![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgABmJ3Sw4oz35z1QVx_ApeDB12B9psdK5dbmCHGHTjGuGBEDJM54f6wY0HgOZ_bpURxajZubSOyJtyvMy3DhzjGt0GhygE07jEd6Hm_rslgRWw2mLdG7gnAo8OA80Qk4srmTY793H55qk/s400/miedo.jpg)
El miedo
No se juega con el miedo porque el miedo puede ser un arma de defensa propia, una forma inocente o culpable de coraje.
El miedo nos abre los ojos y nos cierra los puños y nos mete en el riesgo desaprensivamente. Andamos por el mundo con el miedo a cuestas como si fuera un pudor obligatorio o en su defecto una variante del fracaso.
Tal vez sea el mandamiento o quizás el mandamiedos de alguna desconocida ley, de un dios cualquiera. Por las dudas, una buena fórmula contra el miedo puede ser la que dejó escrita el bueno de Pessoa: "Espera lo mejor y preparate para lo peor."
El miedo nos abre los ojos y nos cierra los puños y nos mete en el riesgo desaprensivamente. Andamos por el mundo con el miedo a cuestas como si fuera un pudor obligatorio o en su defecto una variante del fracaso.
Tal vez sea el mandamiento o quizás el mandamiedos de alguna desconocida ley, de un dios cualquiera. Por las dudas, una buena fórmula contra el miedo puede ser la que dejó escrita el bueno de Pessoa: "Espera lo mejor y preparate para lo peor."
Vivir adrede - Mario Benedetti
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario